Vídeos de las performances de Yves Klein

En Madrid hasta junio de 2011

 

La galería Cayón de Madrid inauguró a mediados de mayo, la exposición Vídeos y performances, de Yves Klein (1928-1962), reconocido por la crítica e historiografía (sobre todo a partir de la década de 1980) como precursor de movimientos como el minimal, el arte conceptual o el mismo happening.

Hasta ahora nunca se había dedicado una muestra en exclusiva a los vídeos y performances de Klein. En esta exposición se proyectarán los vídeos conservados por los archivos Klein en París, de los cuales se han editado copias especiales. Desde las Propositions monochromes (1957) a las célebres antropometrías de 1960 y 1961, en las que el artista es plenamente consciente del poder de la grabación y por tanto –en palabra que tanto gusta al mismo Klein– "inmaterialización" del artista.

El vídeo como medio y fin

No se trata ya del vídeo sin más del acontecer de un creador (como sucede en la grabación de Hans Namuth con Jackson Pollock como protagonista); se trata del vídeo como medio –y fin– de creación, con el que Klein, con su elegante vestimenta, su mirada a la cámara como increpando al veedor y su conducta en ocasiones ciertamente teatral, con los apartes de rigor y todo, sabe que lo que se proyecta es ya en sí una obra, una creación que además muestra el nacimiento de una segunda, caso de las antropometrías.

Por otro lado, a través de diferentes imágenes y documentos procedentes de diversas colecciones, se realiza un recorrido por las diversas performances del artista. Estos acontecimientos eran considerados por Klein como absolutamente fundamentales; tan es así que su más temprana obra es ya protoconceptual, cuando se apoderó y firmó el cielo azul de Niza en 1948.| Fuente Hoy es Arte

Yakoi Kusama en el MNCARS hasta el 12.09.2011


Yakoi Kusama (Matsumoto, Japón, 1929) es probablemente la artista viva más conocida de su país. En la completísima restrospectiva que presenta el Reina Sofía podemos sumergirnos en una producción exploradora y rompedora a través de la pintura, la escultura, el fotocollage, las performances, happenings y el dibujo…

Su estancia en EEUU desde 1957 hasta 1973 la pone en contacto con el arte pop y con el movimiento hippy que influiran en su obra. La exposición está llena de sugerentes obras que aportan una diversidad de técnicas, miradas y temas como el ser "forastera" o el infinito (fascinante la instalación Infinity Mirror Room—Phalli's Field).

«Para un arte como el mío —arte que combate en la frontera entre la vida y la muerte y que cuestiona lo que somos y lo que signfica vivir y morir— Japón resultaba demasiado pequeño, demasiado servil, demasiado feudal y demasiado desdeñoso con las mujeres. Mi arte necesitaba una libertad más ilimitada y un mundo más amplio».

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